En Ciudadano Can formamos equipo con la familia, logrando de forma práctica y sencilla la convivencia deseada y un perro feliz y adaptado. Cada caso es tratado de manera única e individualizada, con el debido respeto hacia el perro y su naturaleza.
Evitamos las obsoletas e ineficaces intervenciones que requieren el uso de dolorosos collares, tirones de correa, gritos o toques. Nuestro trabajo se basa en la ciencia y la aplicación de la psicología del aprendizaje. Respetamos tanto al perro como a la familia, y trabajamos para que las intervenciones sean, además de eficaces y duraderas, agradables y atractivas para ambos.
Los perros son entrenados con arneses en H y cuando es necesaria correa su longitud es de dos metros.
En Ciudadano Can hemos desarrollado nuestro propia forma de trabajo, reconocida internacionalmente y en constante evolución, lo que hace que nuestros servicios se destaquen frente a otros en el mercado.
Elegir a Ciudadano Can evita dolorosas equivocaciones, gastos innecesarios y pérdida de tiempo. Por esta razón, somos recomendados no solo por nuestros clientes, sino también por profesionales veterinarios.